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Las mujeres representan el 50% del talento de un país y resultan un activo económico muy relevante, al contribuir de forma determinante en las empresas y en el crecimiento económico. Sin embargo, más de 8,5 millones de mujeres trabajadoras de este país, desde el 8 de noviembre y hasta el 31 de diciembre, trabajan gratis. Estos son los días que corresponden al porcentaje de diferencia salarial entre hombres y mujeres en España. La brecha salarial, en salario hora, permanece invariable en un 14,9%, pese a que en el conjunto de la Unión Europea ha disminuido, según los últimos datos publicados por Eurostat. La brecha salarial en España es el triple que en países como Italia, Luxemburgo y Rumanía (5,5%).
España, por tanto, aún está lejos de conseguir un mercado laboral que garantice la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Los estudios indican que las mujeres ocupan trabajos más precarizados que los hombres, que la brecha salarial aumenta con la edad y es más pronunciada en las grandes empresas.
De media, ellas cobraron 4.745 euros menos que ellos, es decir, un 30% menos que sus compañeros masculinos, lo que supone casi medio punto porcentual más que un año atrás, según los datos del estudio Brecha salarial y techo de cristal elaborado por los Técnicos de Hacienda (Gestha) y elaborado con datos de la Agencia Tributaria correspondientes a 2016.
En definitiva, en todos los indicadores del mercado laboral español analizados (más incidencia en contratos temporales o parciales, menor tasa de empleo, mayor tasa de paro, mayor tasa de parcialidad no deseada, puestos de responsabilidad, etc.), las mujeres están peor tratadas.
En 2014 la Comisión Europea elaboró una Recomendación sobre el refuerzo del principio de igualdad de retribución entre hombres y mujeres a través de la transparencia y Alemania, Reino Unido e Islandia llevan meses poniendo en marcha iniciativas legislativas para combatir la brecha salarial. Auditorías, transparencia salarial o incluir en la legislación el concepto de igual retribución por trabajo de igual valor son algunas de las medidas que han aprobado. Y es que, como afirma un informe reciente del Foro Económico Mundial (WEF), se podría aumentar el PIB mundial en 5,3 billones para 2025 si la brecha de género referida a la participación económica mejorase un 25% en ese periodo. Contar con las mujeres es un buen negocio.
Por tanto, el objetivo de esta palanca es reducir la brecha salarial entre mujeres y hombres. La propuesta, inspirada en la política de igualdad salarial de Islandia, consiste en que las empresas con más de 25 empleados estén obligadas a auditar los sueldos, complementos salariales incluidos.
Para no ser sancionadas económicamente, las empresas deben obtener un certificado de igualdad salarial. El certificado se obtiene una vez comprobado que no se está pagando menos a ninguna mujer en igualdad de responsabilidades que otro hombre en la misma empresa. La no obtención del certificado acarrea penalización. Esta penalización se agravará si no se modifica la situación de discriminación, haciendo públicos los nombres de las empresas.
Esta palanca requiere de la creación de un certificado gestionado por la administración central y el Registro Mercantil Central. Los registros mercantiles provinciales serán los encargados de implementarlo.