¿Qué proponemos?
Formar y acompañar a maestros en la metodología biodiseño, para contribuir al avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El biodiseño presenta biotecnologías de punta a audiencias no especializadas para que estas puedan incorporarlas dentro de las propuestas de solución planteadas a problemas reales en distintos contextos. También se inspira en la observación deliberada de la naturaleza con el fin de generar ideas y adaptarlas para nuestro beneficio. El biodiseño nos muestra oportunidades para pensar, de manera colectiva, un mejor futuro, al plantear y construir proyectos éticamente responsables que tengan un menor impacto sobre el planeta y sobre nuestros territorios y comunidades.
La palanca busca contribuir a la formación de personas creativas e innovadoras, con pensamiento crítico, capaces de aprender a aprender y con habilidades de resolución de problemas complejos. Ciudadanos que conozcan las necesidades locales con visión global y con la capacidad de tomar decisiones colectivas, favoreciendo el bienestar propio, de otros y del planeta. Además, de acercar a docentes y estudiantes a la ciencia.
¿Qué problema(s) trata de solucionar la palanca? (Nivel: nacional, regional, local)
El mundo contemporáneo enfrenta grandes desafíos como el cambio climático, la desigualdad social, la violencia racial y de género, entre otros. Estos representan problemáticas trascendentales a las que la reciente pandemia del COVID-19 ha añadido un factor adicional de complejidad. En Colombia, los altos niveles de inequidad de oportunidades han sido el origen de muchos de los retos a los que se enfrenta la nación. En un país donde los índices de inequidad duplican el promedio de los países miembros de la OCDE (OECD, 2018) y los de pobreza multidimensional llegan hasta 34,5 % (Dane, 2019), la educación es una de las áreas que se han visto más afectadas. A pesar de demostrar constantes mejorías como un aumento en la cobertura neta en educación media de 63 % a 72 % entre el 2005 y el 2018 (Dane, 2019), y una disminución certera en la tasa de deserción escolar que en 2016 llegó a 3,72 %, el país aún enfrenta grandes desafíos en términos de calidad educativa y formación docente. Lo anterior, se evidenció claramente en las últimas pruebas PISA (2018), en las que Colombia obtuvo los puntajes más bajos de los países pertenecientes a la OCDE.
Es evidente que actualmente existen rezagos en la educación media colombiana frente a otros países de la región que representan claras consecuencias en el porvenir de los jóvenes y del país. La educación es uno de los caminos principales para construir un mejor futuro y en Colombia se evidencia una necesidad para formar a los estudiantes en competencias como pensamiento crítico, resolución de problemas, trabajo en equipo, comunicación transdisciplinar, entre otras. Es necesaria una educación disruptiva y que lleve al estudiante a aprender de forma activa, centrada en un aprendizaje en resolución de retos.
Adicional a esto, se ha comprobado que actualmente las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son necesarias en la formación de los jóvenes para desarrollar habilidades competitivas en una sociedad claramente tecnológica y digitalizada. Sin embargo, desde hace 17 años se mantiene la tendencia de que 2,4 de cada 10 jóvenes culminan su proceso de educación superior en áreas STEM, lo que evidencia una clara necesidad por promover un nuevo tipo de formación en esta área, particularmente, en la educación básica y media. Esto implica, a su vez, que los maestros carecen de nuevas estrategias educativas para lograrlo. Además, es pertinente mencionar que esta es una problemática que se ve directamente influenciada por la falta de oportunidades, no solo en términos socioeconómicos sino de género, pues las cifras indican que la participación femenina en áreas STEM es sustancialmente menor comparativamente con la masculina.
Aportar al fortalecimiento de las competencias en ciencias y habilidades del siglo XXI en la educación básica y media en Colombia, iniciando con territorios menos favorecidos: Tumaco y Cartagena.
Diagnóstico/justificación ¿Por qué lo proponemos?
La estrategia del Design Thinking (pensamiento de diseño) se ha implementado exitosamente en la Universidad de los Andes para la conceptualización de proyectos de biodiseño. El biodiseño presenta biotecnologías de punta a audiencias no especializadas para que estas puedan incorporarlas dentro de las propuestas de solución planteadas para problemas reales en distintos contextos. También se inspira en la observación deliberada de la naturaleza con el fin de generar ideas y adaptarlas para nuestro beneficio. El biodiseño nos muestra oportunidades para pensar de manera colectiva un mejor futuro, al plantear y construir proyectos éticamente responsables que tengan un menor impacto sobre el planeta y sobre nuestros territorios y comunidades.
Basados en la experiencia de cuatro años con el curso Estudio 7: Biodesign Challenge en la Universidad de los Andes, se buscó desarrollar un programa que llegara a diferentes colegios. Biodiseño en colegios es un programa centrado en la formación y seguimiento de los maestros, una estrategia pedagógica y acompañamiento para asegurar el desarrollo de la metodología con los estudiantes.
El proyecto busca contribuir a la formación de personas creativas e innovadoras, con pensamiento crítico, capaces de aprender a aprender y con habilidades de resolución de problemas complejos. Ciudadanos que conozcan las necesidades locales con visión global y con la capacidad de tomar decisiones colectivas favoreciendo el bienestar propio, de otros y del planeta. Además, de inspirar a más niñas y niños a que elijan una carrera STEM para su futuro y aprecien el poder de las áreas creativas. El proyecto busca abordar los desafíos que tienen los jóvenes en el mundo: como el calentamiento global, la desigualdad de género, la explotación de los recursos naturales, la migración interna, etc. Asimismo, se ha demostrado que el fortalecimiento de las áreas STEM, en los colegios, ayuda a potenciar el desarrollo de un país, al aumentar el número de jóvenes que desean estudiar este tipo de carreras, el acceso de oportunidades laborales para las mujeres y el conocimiento científico para enfrentar los desafíos particulares del territorio.
Por esta razón, el proyecto plantea abordar estos desafíos a través del fortalecimiento de la educación básica y media, específicamente en las habilidades y conocimientos científicos, además de la empatía, trabajo en equipo y pensamiento crítico. Utilizando el Design Thinking como herramienta innovadora, donde se planteen soluciones éticamente responsables con el medio ambiente y las comunidades.
A continuación, una descripción de los territorios donde se desea implementar el proyecto durante 2021.
Tumaco es un municipio ubicado en Nariño, en el pacífico colombiano, tiene 203.971 habitantes, en en su mayoría afrodescendientes y comunidades indígenas. Es un territorio frente al mar que permite desarrollo turístico y económico; sin embargo, los habitantes trabajan en labores informales, con un índice de desempleo de 40 % y subempleo de 35 % (CAF, 2018).
Según la caracterización de la Secretaría de Educación de Tumaco (2017), el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) total es de 84,5 %, con una incidencia urbana de 74 % y una incidencia rural de 96,3 %. Existen otros problemas sociales, entre ellos: la contaminación, el derrame de petróleo, aguas residuales en las fuentes hídricas, viviendas asentadas en lugares de alto riesgo habitacional, falta de cobertura total de alcantarillado, inadecuado proceso de recolección de residuos sólidos y proliferación de animales que contaminan los cultivos y afectan la salud de la población.
La educación también presenta un enorme reto, según el Dane (2018) el analfabetismo es de 16 % en zonas rurales y 11 % en zonas urbanas. De toda la población, 43 % tiene la básica primaria completa y 26 % de los jóvenes terminan la secundaria, y solo 4,7 % cuenta con estudios superiores.
Por su parte, Cartagena de Indias es un municipio del departamento de Bolívar, con 1.024.882 habitantes, cuenta con una población rural de 4,4 % y el índice de pobreza multidimensional es de 49,9 % (DNP, 2015), frente a la tasa de informalidad del empleo se encuentra en 55 % en las mujeres y 53 % en los hombres (Dane, 2018). La población de Cartagena es principalmente joven, por cada mujer mayor de 65 años, hay 3 jóvenes menores de 15 años (Cartagena Cómo Vamos, 2017). Cuenta con 267.000 jóvenes entre 17 y 29 años. Frente a la educación, los niveles de cobertura en preescolar (estudiantes entre 4 y 6 años) y media (estudiantes entre 15 y 17 años) son las más bajas (Cartagena Cómo Vamos, 2017), además tiene la tasa más alta de deserción escolar.
El porcentaje de embarazos de niñas y adolescentes es alto, y la ciudad no ha podido controlar este fenómeno; asociado a esto, el número de muertes maternas aumentó a 68 % (Cartagena Cómo Vamos, 2017).
En temas ambientales Cartagena presenta cifras alarmantes. No tiene una política pública para promover el reciclaje, aumentan considerablemente los residuos sólidos y no hay cifras de reutilización. Con respecto al aire y al ruido no hay mediciones tampoco. Es una ciudad turística, pero no cuenta con control de uso de playas y conservación de la biodiversidad (Cartagena Cómo Vamos, 2017).
La palanca permitiría trabajar en la educación de la biodiversidad, sostenibilidad y, sobre todo, en las mentalidades de los profesores y estudiantes frente a la conservación del planeta.
Actores responsables de gestionar/implementar la palanca ¿Quién lo haría?
Grupo de investigación Atarraya de la Universidad de los Andes[7]
Mecanismos de evaluación, rendición de cuentas o mediciones
Entre los mecanismos de evaluación se ha diseñado objetivos e instrumentos que favorecen el análisis y aprendizaje en el proceso, y al final contar con datos que den cuenta del impacto:
Evaluaciones formativas:
1. Alto en el camino: en la cartilla se planteó en el cierre de cada fase un instrumento de autoevaluación llamado: “alto en el camino”, este proceso les ayudará a los estudiantes y a docentes a reflexionar sobre temas puntuales de la cartilla y su compromiso con la iniciativa planteada. De forma aleatoria se recogerá información de los apuntes de los estudiantes para contrarrestar las respuestas y tomar acciones que potencien el avance del proyecto.
2. Satisfacción de la formación por parte de los profesores, se diseñaron unas evaluaciones para que los docentes presenten su valoración luego de cada sesión.
3. Metodología de reflexión del equipo Atarraya.
4. Monitoreo y seguimiento con la rúbrica Biodesign Challenge.
Evaluaciones sumativas:
1. Instrumento con preguntas PISA y Saber, para observar los conocimientos de los estudiantes de grado noveno, antes y después de la ejecución del proyecto.
2. Instrumento de habilidades socioemocionales de la Fundación Corona, antes y después de la ejecución del proyecto.
Beneficios esperados de la palanca
•Más niñas y niños se acercan a la ciencia y reconocen su utilidad en la vida cotidiana.
•Más iniciativas de solución que aborden ODS desarrolladas en las comunidades, de las cuales 10 % se presentan a concursos nacionales e internacionales.
•50% de los estudiantes aumentan en las competencias abordadas.
•80% de satisfacción de los docentes hacia la formación.
Costos de la palanca
Los costos se distribuyen de la siguiente manera: administrativos, 70 % (contratación del equipo). Formación, acompañamiento y logística: 30%.
Buscamos trabajar durante 2021, alrededor de seis meses, entre marzo y septiembre con dos instituciones educativas, diez docentes de Tumaco y diez de Cartagena, impactando a 200 estudiantes, quienes desarrollarán iniciativas de solución que aborden los ODS a través del biodiseño.
Fases del proyecto:
1. Sensibilización y motivación de los docentes participantes del proyecto.
2. Aplicación de evaluaciones de inicio para los docentes y estudiantes.
3. Comienzo de la formación virtual para los docentes,desarrollado con una metodología interdisciplinar, que combina el Design Thinking con la observación de la naturaleza y la comprensión de la biotecnología (tecnología que utiliza procesos, componentes, organismos o sistemas vivos para realizar productos o procesos).
4. Durante el proceso de biodiseño, los docentes forman y acompañan a sus estudiantes para formular proyectos que incorporen biotecnologías que resuelvan retos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en su comunidad.
5. Aplicación de la metodología de pensamiento de diseño para proponer el proyecto de biodiseño.Este proceso se compone de las etapas de explorar, interpretar, idear, probar, evaluar y comunicar. Los estudiantes tendrán la oportunidad de observar y explorar retos que encontramos en diferentes áreas como la alimentación, transporte y educación. Luego, ubicarán un contexto: el colegio, la casa, el barrio etc., y un usuario: la familia, adultos mayores, niños o niñas, etc. Uniendo el Objetivo de Desarrollo Sostenible, contexto y usuario, plantearán un reto que posteriormente van a resolver. Nuestro equipo los acompañará para reflexionar y dar valor a su proceso.
•Cada una de las fases que componen el modelo de Design Thinkingexpuesto en el material didáctico que se otorga a cada profesor y estudiante, integra la reflexión exacta para lograr una iniciativa que contribuya a solucionar un problema latente en sus comunidades. En la etapa de explorar, los estudiantes y profesores se atreven a observar, preguntar, experimentar y acercarse a las personas, usuarios y comunidades. En interpretar, recopilan información para comprender las motivaciones e intereses. En idear comparten intervenciones que pueden abordar la situación elegida. Al probar comprenden las limitaciones y tienen objetivos claros que abordan las preocupaciones de la propuesta y le dan forma. Luego, evalúan los posibles caminos para la formulación final, teniendo como eje principal el impacto en el ámbito económico, social, cultural y ambiental. Por último, al comunicar se realizan presentaciones formales del proyecto.
6. Desarrollo del programa Llamada Maestra.Durante la fase de idear y hacer prototipos se realizará el programa Llamada Maestra: conversaciones con expertos STEM, pensado en orientar y profundizar las temáticas elegidas por los estudiantes. El equipo de investigadores realizará una asignación de expertos en áreas STEM a grupos de estudiantes, según la afinidad temática. Las llamadas se realizarán en horario académico con el liderazgo de los profesores. Este programa tiene una metodología clara para lograr su funcionamiento y desarrollo, y así garantizar que los expertos puedan retroalimentar los proyectos de los estudiantes. Gracias a este programa, los estudiantes contarán con herramientas necesarias para afinar su propuesta y asegurarse de que su solución sea viable y responsable con su contexto y usuarios.
7. Aplicaciones de evaluaciones de cierre para los docentes y estudiantes.
8. Exposición de las iniciativas en el evento Biodesign Challenge Uniandes.
*Búsqueda de recursos para la implementación de los proyectos exitosoEn una segunda fase del proyecto, se buscará la oportunidad de impulsar los proyectos que sean seleccionados para lograr recursos necesarios para su implementación y divulgación en escenarios nacionales e internacionales.
Autores: Giovanna Danies Turano[1], María Paula Barón Aristizábal[2], Jenny Grillo Naranjo[3], Andrea Peralta Mejía[4], Andrea Forero Cañizares[5] y Daniela Pinilla Marín[6]