Durante el periodo de confinamiento hemos buscado en la cultura, en las expresiones del pensamiento y la distribución de la creación, un antídoto contra el miedo y la incertidumbre porque, como decía Lorca, además de pan, hacen falta libros. A todo ello hemos accedido en la mayoría de los casos por medios digitales e interactivos, a través de nuevos formatos de distribución, aplicaciones móviles, plataformas de streaming y redes sociales.

En esta nueva entrega de ‘Ideas para acortar la distancia’, José Manuel Gómez Bravo, experto en Derechos de Propiedad Intelectual e Industrias Culturales y de la Comunicación, reflexiona sobre la necesidad de consolidar los derechos de explotación de propiedad intelectual precisamente en los ámbitos digital e interactivos.

Nos explica cómo en estos tiempos de crisis -y en las futuras venideras- en los que el consumo cultural se intensifica a través de las nubes digitales, es necesario construir una praxis ética y una legislación de vanguardia, acorde a la realidad y que no vaya por detrás de la tecnología y los usos sociales, porque la propiedad intelectual digital no es un derecho líquido, es ‘glocal’ y participativa. Son derechos de carácter material e inmaterial, con espíritu social, moral, económico y de protección universal, sin importar la autopista de distribución, la tecnología o el dispositivo.

Os dejamos otros artículos del autor y otros textos de interés sobre el tema:

• Eso de los derechos. Beneficios de la propiedad intelectual y su aportación a la sociedad
• Dickens 2.0
• Directiva copyright
• Status Report on IPR Infringement 2019