Aprender
Más allá de los árboles
Una pequeña parte de la historia
Cronología
Luis Vallejo
1- La primera exposición
En 1984, un grupo de aficionados hacemos la primera exposición de bonsái en el Real Jardín Botánico de Madrid, siendo director Santiago Castroviejo. En 1986, después de un viaje a Japón, Carmen Romero recibe un Zumaque, un bosquecito que está actualmente en mi colección y otro en la colección donada en 1996 por Felipe González al Real Jardín Botánico de Madrid.
2- La visita inesperada
En la primavera de 1987 recibo en mi casa/escuela/taller en Mirasierra la visita inesperada del entonces presidente Felipe González. Aquel día yo me encontraba con mis alumnos en la Sierra de Guadarrama. Me invita a acercarme a los jardines del Palacio de la Moncloa para que le aconsejase en su incipiente y nueva afición: el cultivo de árboles como bonsáis.
Su primer contacto fue en el viaje en 1985 a Japón con el emperador Hiro Hito y el Primer Ministro Yasuhiro Nakasone. En la recepción aparecen los bonsáis. Creo que es en ese momento cuando Felipe intuye que esta forma de artesanía va más allá de ser horticultura sofisticada. Después de la primera visita a Moncloa, recibe como regalo del primer ministro japones Nakasone un bosque de Stewartias. Recibo su llamada para ver qué hay que hacer con el bosque. Al llegar, me conduce a su dormitorio donde se encuentra. Mi primer consejo es llevarlo al jardín.
3- El bosque y la pérgola
Este bosque lo conocía por la foto publicada en el libro de su autor: Saburo Kato, maestro y director de la Nippon Bonsai Association. Se trata de una especie de difícil cultivo y para mi desconocida. Planteo a Felipe la necesidad de adecuar un espacio en los jardines para el bosque. Recibo el encargo para diseñar y construir una pérgola, umbráculo, invernadero y taller.
Hago el proyecto con el arquitecto Antón Dávila Correa. En la construcción del umbráculo interviene el carpintero/ebanista que trabajaba en mi estudio (Pepe). Se utiliza madera de iroko y mallas agrícolas de sombreo. Utilizamos piedras de pizarra y cuarcita (de Bernardos, Segovia) como mesas, pedestales y rocas ornamentales. En la entrada, El Monje, piedra que guarda la entrada del espacio y que fue parte importante de esta pequeña historia. Es en ese momento cuando Felipe descubre las piedras, las rocas como esculturas naturales.
Desde 1987 a 1996 se suceden los viajes a espacios naturales donde aprendimos a entender las leyes primitivas de la naturaleza. Los árboles, los paisajes, las distintas estaciones de Norte a Sur de la Península. Picos de Europa, Pirineos, Cordillera Ibérica, Sistema Central, Montes de Tolosa, Dehesas en la Mancha, en Extremadura, Sistema Penibético, Monfragüe, Doñana, Islas volcánicas, Lanzarote, Alcornocales en Cádiz… reconociendo los árboles, estudiando la flora ibérica y sus paisajes para así poder evocarlos en los bonsái.
En 1991 voy a Ifrán (Marruecos) en la cordillera del Atlas, con Francisco García Rivas, Paco, capataz agrícola de la Escuela de Capacitación en San Fernando de Henares, que trabajaba en la huerta de Moncloa y que tuvo una presencia constante en esta historia. A Ifrán vamos con varios bonsái: encinas, sabinas, espinos, pinos… que se envían al país vecino como regalo.
El objetivo del viaje fue enseñar a trasplantar arboles de la naturaleza no solamente por proyectos ornamentales, sino también y principalmente para la restauración de espacios y zonas afectadas por obras en carreteras o vías, como ya se había hecho en España en los jardines de parques como Quintos de Mora para la primera Expo de Sevilla en 1992.
En la actualidad, desde 2018, y gracias a este trabajo hecho en durante la década de 1980 y 1990, trabajo en La Argania (Agadir, Marruecos), para el trasplante de Arganes (para su recuperación como planta ornamental) que iban a ser talados por el desarrollo de las nuevas carreteras y desarrollos turísticos.
En 1988 John Yoshio Naka, maestro californiano de origen japonés, visita la Moncloa y le deja como obsequio sus libros “Técnicas de Bonsai I y II”. Hace demostraciones y dibujos con arboles autóctonos: hayas, tejos… Después de comer, le preguntamos si necesitaba algo antes de volver al trabajo: nos pide repetir del postre (natillas con galletas) y una siesta.
En el Washington Arboretum, jardín botánico nacional y dentro de la colección nacional de bonsái, se construyó el pabellón John Y. Naka, que alberga la colección de bonsái americana, presidida por su icónico Goshin ‘Protector de Espíritus’.
En esa visita, Naka hace una demostración en mi taller, para mis alumnos, con un cedro azul con un diseño parecido al árbol principal de su bosque Goshin. Al mismo tiempo, y con otro cedro del Atlas, hago un diseño que regalaré a Felipe para su colección y que posteriormente donará al Real Jardín Botánico de Madrid.
El miércoles 14 de diciembre de 1988 es convocada por CCOO y UGT la huelga general. En el salón de columnas del Palacio de Moncloa el presidente se reúne con amigos, políticos, periodistas y escritores, entre ellos Javier Solana, Máximo Pradera, Máximo Cajal, Juan Benet, Miguel Ángel Aguilar, Cándido, Elías Querejeta, Sancho Gracia, entre otros. Justo antes de la reunión, visitan la pérgola de bonsái y les explico que a la piedra que guarda la entrada la llamamos ‘El monje’. Parece que, de aluna manera, esto llega a Rafael Sanchez Ferlosio que en octubre de ese mismo año publica en El País un artículo que titula ‘El Monasterio de Hidaku y el arte del bonsái’.
"En la primavera de 1987 recibo en mi casa/escuela/taller en Mirasierra la visita inesperada del entonces presidente Felipe González"
4- La zelkova de Gabriel García Márquez
En 1990 Gabo hace un viaje a Japón para entrevistarse con el director de cine Akira Kurosawa. Le propone filmar su novela ‘El otoño del patriarca’ en el Japón medieval. A Kurosawa no le parece adecuado que pueda hacerse en un país, Japón, tan frío y tan distinto al Caribe y Colombia, donde se desarrolla la novela. Vuelve Gabo a Colombia haciendo escala en Barcelona, donde pide a Carmen Balcells, su agente literaria, que lleve a su amigo Felipe un olmo japones que compró en un vivero en Tokio. Hoy este bonsái se exhibe en el museo que lleva mi nombre, en Alcobendas.
Unos años después, García Márquez vuelve a España para visitar a su amigo. Pasan un fin de semana en Monfragüe, con amigos, donde tengo el privilegio de escuchar las historias de dos extraordinarios cuentacuentos alrededor de un fuego. En medio de la velada, pide permiso un joven guarda del parque nacional y pide al Premio Nobel que si puede firmarle los libros que lleva en sus manos. Dice que ha aprendido a leer con ellos. Gabo se emociona y se los dedica.
5- Segundo viaje a Japón
En junio de 1991, Felipe González realiza su segundo viaje a Japón. Preparo una visita privada de dos días antes del viaje oficial. Comenzamos visitando Mansei-en, en Omiya, casa y vivero de Saburo Kato, Maestro y director de la Nippon Bonsai Association.
Se produce un intercambio de regalos: Saburo Kato entrega su libro ‘The beauty of bonsái’ y Felipe González, que había preparado unos bonsáis de árboles autóctonos, diseñados en el Palacio de la Moncloa (encinas, pinos, sabinas) no consigue entregarlos por no cumplir con el protocolo y las restricciones de importación del momento. Para corresponder, ante la sorpresa de Saburo Kato, el presidente le obsequia con un reloj conmemorativo los Juegos Olímpicos, que había recibido y que llevaba en ese momento.
Se realizan varias demostraciones de bonsái: de la parte japonesa, los maestros Noboru Kaneko, Hiroshi Takeyama, Tomio Yamada; de la parte española, Pedro de León y yo mismo, trabajando un paisaje de sabinas sobre roca y un bosque de stewartias.
6- El maestro Kimura
Después del encuentro en Mansei-en vamos a conocer al maestro Masahiko Kimura en su vivero en Saitama. Allí se fragua una amistad entre el presidente español y el artista contemporáneo más importante en la actualidad. En estas visitas adquirimos unos veinte bonsáis japoneses para la colección de Felipe González y para la mía. Parte de esa colección será donada después en 1996 al Real Jardín Botánico de Madrid.
Viajo a Tokoname (Nagoya) para adquirir macetas para los bonsáis de Felipe y para los míos. A la vuelta a España los arboles y las macetas son expuestas en la pérgola de bonsáis. Repartimos los bonsáis entre Felipe y yo de ‘forma amistosa’, un momento inolvidable. Por último, Felipe González y Carmen Romero son recibidos en el Palacio Imperial en Tokio. Los acompaño para ver la colección imperial de bonsái.
7- Kimura viene a España
Con motivo de la visita de Kimura en noviembre de 1991, preparo una exposición en el Real Jardín Botánico con los árboles de mi colección y los del presidente. Kimura hace varias demostraciones allí y también en los jardines de la Moncloa. Recorremos con el Maestro distintos espacios naturales de la geografía española: Montes de Toledo, finca de toros bravos en Albacete y Sierra Morena. Para su demostración en Moncloa, Kimura elige un tejo, árbol que habíamos recuperado en la Sierra de la Demanda en un cortafuegos que se iba a abrir. Utilizamos un camión grúa adaptado para este tipo de terrenos, regalo del canciller alemán Helmut Kohl, y que fue enviado al Parque Nacional de Doñana, donde supongo se encuentra actualmente.
"Con motivo de la visita de Kimura en noviembre de 1991, preparo una exposición en el Real Jardín Botánico con los árboles de mi colección y los del presidente"
8- Intercambio de bonsáis
En 1991 se produce un intercambio de bonsáis con Hassan II, Rey de Marruecos, que envía al presidente una pequeña colección de bonsái: un arce rojo japonés (acer palmatum dehojo); un membrillero (Pseudocydonia sinensis); un tamarindo (Tamarix sp); un ficus retusa (Ficus).
El arce, el membrillero y el tamarindo son donados al Real Jardín Botánico de Madrid en 1996.
El ficus es regalado por el presidente al Rey Juan Carlos I, actualmente en el Palacio de la Zarzuela.
9- La colección
La colección de más de 200 bonsáis, constituida por arboles de distinta procedencia, se forma entre 1987 y 1996. La mayoría de los árboles hechos y diseñados son de origen autóctono y de de viveros; otros, regalos de jefes de estado; y algunos de aficionados.
Los que para mí son más significativos:
- Bosque stewartias, del primer ministro japonés Yasuhiro Nakasone.
- Pino blanco japonés, del primer ministro japonés Noboru Takeshita.
- Los ya nombrados, del rey de Marruecos Hassan II.
- Zelkova serrata (olmo japonés), del premio nobel Gabriel García Márquez.
- Pino blanco japones del Partido Socialista japonés.
- Bosque de enebros (Juniperus rígida), de los ministros del gobierno de Felipe González con motivo de su 50 cumpleaños.
- Acer palmatum, regalo de Carmen Romero por su cumpleaños.
- Ginkgo biloba (árbol de las mariposas), regalo de Luis Vallejo, en 1995.
- Pino silvestre (bosque hecho por Saburo Kato en el congreso EVA 1994), regalo de Luis Vallejo.
- Bosque de Tilia cordata, regalo de Luis Vallejo con tilos del vivero de Francisco Vallejo, mi padre.
- Pino silvestre y sabina negra, regalo Jesús Rodríguez Arjona, aficionado de San Sebastián.
- Pino albar, regalo de Luis Vallejo.
- Sageretia theezans, regalo del gobierno chino.
- Pino blanco japonés, regalo de Daizo Iwasaki, propietario del jardín Takasago en la isla Shikoku y presidente de la World Bonsai FriendshipFederation.
- Juniperus rígida, de François Mitterrand.
10- Visitas al Arboretum
El Arboretum fue visitado por políticos como Helmut Kohl, Margaret Thatcher, Gobachov, por escritores, cineastas, artistas y personalidades del mundo del bonsai: Daizo Iwasaki, presidente World Bonsai Friendship Federation; Saburo Kato, presidente la Nippon Bonsai Association; Pius Notter, artista suizo; asociaciones de bonsái; y aficionados de toda España.
Se presta de forma habitual bonsáis de la colección para exposiciones en todo el país: Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana, Extremadura, Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia. Es tal el trabajo que esto supone que, bromeando con Piluca Navarro, secretaria de Felipe, le propongo que habría que crear un nuevo ministerio, el Ministerio del Bonsái, y quizás yo ser el candidato a ministro. Afortunadamente para mí, ¡no se hizo!
11- Museo de Bonsái de Alcobendas
En 1995 ponemos en marcha el Museo de Bonsái de Alcobendas. El arquitecto Antón Dávila y yo mismo diseñamos un espacio jardín japonés y museo de bonsái para el Ayuntamiento de Alcobendas, siendo alcalde Pepe Caballero. En el museo se expone la colección de Luis Vallejo y la colección privada de Felipe González. Actualmente es una de las referencias en Europa y en el mundo por la calidad y diversidad de su colección.
12- Entre saurios
Leo la entrevista a José María Aznar que publica P. J. Ramírez en El Mundo, en marzo de 1996. Comienza diciendo: ‘…paseando entre jaulas de saurios…’ para referirse a la pérgola y los umbráculos donde estaban expuestos los bonsái, con mallas agrícolas de sombreo. En esos momentos, vacía ya, llamo a Federico, administrador del Palacio de la Moncloa, para comprobar que efectivamente todo ha sido demolido. Triste final para ‘El monje’ y resto del patrimonio, ya destruidos.
13- La donación
En 1996, unos días antes de salir de la Moncloa, tras la perdida de las elecciones, Felipe González, Carmen Romero, ‘Peridis’, Eugenio, amigo de la familia, Paco García Rivas y yo, clasificamos e inventariamos la colección de bonsáis que finalmente se reparte entre distintas instituciones. Yo mismo había convencido a Felipe de que el lugar más adecuado era el CSIC – Real Jardín Botánico de Madrid, al que de hecho se donaron alrededor de 100 árboles. Alrededor de catorce fueron al Museo Municipal de Alcobendas, y la colección privada del ya expresidente quedó depositada en mi colección.
La colección recepcionada por el CSIC estuvo guardada y mantenida en el jardín de mi padre y en el museo de Alcobendas, que contiene mi colección, sin que el Real Jardín Botánico de Madrid se hiciera cargo hasta el 2001/2002. Un año después se convoca un concurso en convocatoria restringida para el proyecto del espacio para albergar la colección de bonsáis donada con un pliego de condiciones y anteproyecto que hacemos el arquitecto del Ministerio de Educación Paco García de Paredes y yo.
Son seleccionados 2 equipos finalistas:
1º Equipo: Guillermo Ruiz (arquitecto), Leandro Silva (paisajista), Luis Vallejo (paisajista)
2º Equipo: Pablo Carvajal (arquitecto), Fernando Caruncho (paisajista)
Gana el segundo equipo con el voto de calidad de la directora del Real Jardín Botánico de Madrid, Teresa Telleria. La oficina técnica del CSIC indica que su recomendación es que se encargue el primer equipo que, desde su punto de vista, además de cumplir el pliego, es el más adecuado técnicamente para exponer la colección. En 2005, 9 años después, se expone por fin la colección de árboles donados por Felipe González y que hoy se puede visitar.
14- Bonsái: escultura y naturaleza
En el año 2000 se publica el libro ‘Bonsái. Escultura y naturaleza’, escrito por mi y con fotografías de Matías Briansó, y editado por Caja Madrid y Lunwerg editores. En él se expone mi colección, incluyendo árboles de Felipe González y algunos donados por él al Real Jardín Botánico de Madrid. Felipe acude a la presentación.
En 2005 elijo una pequeña colección de bonsáis para la decoración de la boda de María González, que por algún motivo tienen relación con la etapa y el lugar donde transcurrió su infancia. En 2007 diseño el Jardín Botánico de Parla, junto con el arquitecto Manuel de Lara, que expone algunos árboles de Felipe González.
15- El valor de la intuición
En 2008 el entonces Príncipe Naruhito y actual Emperador de Japón, visita España y acude a la Exposición del Agua en Zaragoza. Pide, además, visitar el Museo del Prado y la colección de bonsái que donada por Felipe González en 1996 al CSIC y que se expone en el Real Jardín Botánico.
Me piden que le acompañe en esta visita al jardín, junto al entonces director Gonzalo Nieto, y el Embajador de Japón Motohide Yoshikawa. Paseando entre los árboles se para ante un alcornoque, mira al árbol, después a mi, y me pide permiso (‘Can I touch?’) para sentir esa corteza acorchada, tan extraña y desconocida para él. Después de apenas rozar con su dedo el árbol exclama ‘ohh!’ con asombro y perplejidad.
En diciembre de 2008 me conceden la Orden del Sol Naciente Rayos de Oro y Plata otorgada por el Emperador del Japón. El Embajador del Japón Motohide Yoshikawa me hace entrega de la condecoración en un acto en la Embajada de Japón en España. Asisten familiares y amigos, entre ellos Felipe. Después del discurso del Embajador y del mío, Felipe improvisa unas entrañables palabras.
En 2010 se hace una ampliación de la Colección del Real Jardín Botánico de Madrid a cargo de la Obra Social de Caja Madrid de 17 ejemplares. Recibo el encargo para adquirirlos de Japón y algunos de mi colección. Desde entonces y hasta hoy, la colección sigue llevándose a exposiciones de toda Europa. He sido autor y conservador desde 1987 y hasta 2018, más de 30 años. En 2018 acaba mi vinculación con la colección, a pesar de mi intención de ser el garante de la misma.
"En diciembre de 2008 me conceden la Orden del Sol Naciente Rayos de Oro y Plata otorgada por el Emperador del Japón"
16- El archivo
En 2022 nos reencontramos una vez más con motivo de la puesta a disposición de esta colección.
Más allá de los árboles, los proyectos y la política, queda la amistad, la aventura de recorrer tantos espacios naturales de España y todas las experiencias vividas durante esta “pequeña parte de la historia”.