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'Todo el tiempo del mundo'

'Han pasado 30 años y el mundo ha cambiado de manera espectacular, pero en aquel momento también asistimos a la ruptura del viejo sistema heredado de la guerra fría'.

Las notas de las reuniones de política exterior de Felipe González (1991-1995)

Debió de ser a finales de mayo de 1985, no puedo acordarme con exactitud de la fecha. Yo trabajaba en el gabinete de Manuel Marín, secretario de Estado para las Comunidades Europeas. Habíamos concluido las negociaciones para el ingreso en la Comunidad Europea y faltaba tan solo preparar los textos para la firma solemne del Tratado de Adhesión.

Santiago Gómez Reino, jefe de gabinete de Marín, me llamó a su despacho y me dijo “Recoge tus papeles y haz las maletas que te vas a Moncloa a trabajar con Juan Antonio Yáñez” (entonces director del Departamento Internacional del gabinete de la Presidencia del Gobierno). De manera absurda e ingenua se me ocurrió decir “eso será si yo quiero, ¿no?”. Tras lo cual, Santiago me dijo “No te enteras, es una orden”.

Así fue como aterricé en la Presidencia del Gobierno. Lo que no sabía entonces es que iba a tener por delante los 10 años más apasionantes de mi carrera diplomática. Primero, como asesor de asuntos europeos de 1985 a 1989, luego dos años en Bruselas como jefe de gabinete de Enrique Barón, presidente del Parlamento Europeo y finalmente cuatro años (1991-1995) como director del departamento Internacional de la Presidencia de Gobierno.

“Recoge tus papeles y haz las maletas que te vas a Moncloa a trabajar con Juan Antonio Yáñez”.

En esos años, llamados de la gran galopada europea o de la década prodigiosa, nuestro país buscó y definió su lugar en Europa y en el mundo y fue protagonista o participante de cuestiones decisivas que enumero aquí, no de manera exhaustiva, para que pueda entenderse mejor la intensidad y el trabajo que nos correspondió a todos, desde luego y sobre todo al presidente del Gobierno, pero también a los que trabajamos con él en el ámbito de la política exterior:

- Ingreso de España en la Unión Europea (Comunidad Europea entonces).
- Puesta en marcha del plan Delors con el objetivo del mercado único para 1992.
- Establecimiento de relaciones diplomáticas con Israel.
- Referéndum sobre la permanencia en la OTAN.
- Negociación y firma del Acta Única Europea.
- Renovación del convenio de defensa con EE. UU.
- Presidencia española de la UE.
- Aprobación del informe Delors sobre la moneda única.
- Firma del Tratado sobre supresión de misiles de corto y medio alcance.
- Primera guerra del Golfo Pérsico.
- Creación de la Comunidad Iberoamericana de naciones.
- Creación de las Cumbres iberoamericanas. Primera en Guadalajara (México) en julio 1991.
- España propone la Ciudadanía europea en la UE.
- Caída del muro de Berlín.
- Fin de la Unión Soviética.
- Firma del tratado sobre la Unión Europea, integrando los tres pilares. Aprobación del euro, fondo de cohesión, duplicación de los fondos estructurales, etc.
- Guerra de los Balcanes.
- Unidad alemana.
- Conferencia de paz sobre Oriente Medio en Madrid.
- Madrid capital cultural europea.
- Exposición Universal de Sevilla.
- Juegos Olímpicos de Barcelona.
- Crisis del sistema monetario europeo.
- Firma de los acuerdos de Oslo.
- Firma en País del tratado sobre prohibición de armas químicas.
- Se crea el Tribunal Penal Internacional para los crímenes de la antigua Yugoeslavia.
- Se inaugura EUROPOL.
- Acuerdos de paz en El Salvador.
- Fin del Apartheid en Sudáfrica. Mandela asume la presidencia del país.
- Firma del Tratado para la ampliación de la UE.

El departamento Internacional de la Presidencia siempre tuvo un acceso muy directo con el presidente. Eso hizo que ya en mi primera etapa asistiese a muchas entrevistas del presidente del Gobierno bien acompañando a Juan Antonio Yáñez o bien sustituyéndole por alguna razón. Pero fue, por supuesto, en la segunda etapa cuando se intensificó mi relación con el presidente Felipe González.

Lo que la fundación va a presentar constituye la primera entrega de un total de 50 cuadernos de notas manuscritas que contienen más de 350 relatos que yo hice de las entrevistas del presidente del gobierno con líderes, políticos o personalidades de las relaciones internacionales. Han pasado 30 años y el mundo ha cambiado de manera espectacular, pero en aquel momento también asistimos a la ruptura del viejo sistema heredado de la guerra fría.

Hay unos personajes constantes en esos años que definen muy bien la realidad política. Largas entrevistas con Gorbachov, todavía presidente de la URSS. Reuniones de trabajo muy fructíferas con Helmut Kohl y con Jacques Delors y con nuestros vecinos, los dirigentes de Francia y Portugal. Sin olvidar a Willy Brandt cuya relación con Felipe González es difícil de definir, a Margaret Thatcher, a los líderes chinos, a los presidentes iberoamericanos o a Bill Clinton y George Bush. Fue una época apasionante en la que casi todos los días ocurrían cosas nuevas.

"El departamento Internacional de la Presidencia siempre tuvo un acceso muy directo con el presidente".

Debo confesar que a veces no era fácil estar tomando notas porque asistía a conversaciones muy trascendentales o muy interesantes o ambas cosas. La tentación de escuchar y no escribir era muy grande. Reconozco además la gran admiración que sentía por Felipe González y lo mucho que aprendía en cada entrevista. Hubo dos cosas que a él le daban gran prestigio con independencia del contenido. Por una parte, Felipe González siempre daba la impresión de tener todo el tiempo del mundo para su interlocutor. Jamás miraba el reloj ni tenía prisa. Por otra parte, no contradecía a nadie. Si no estaba de acuerdo decía “Sí, es verdad y hay que tener en cuenta además…”

En las notas se pone de relieve, sobre todo, el gran empeño por asentar a España en Europa y por trabajar a fondo para que el proyecto europeo fuese siempre un éxito. Debo decir que yo me sentía muy identificado con la toma de posición del presidente del gobierno. Pero también su pasión por Iberoamérica y su relación con lo líderes de entonces.

"A veces no era fácil estar tomando notas porque asistía a conversaciones muy trascendentales o muy interesantes o ambas cosas. La tentación de escuchar y no escribir era muy grande".

Fascinantes las entrevistas con Fidel Castro a la caída del muro de Berlín y de la URSS en 1991. Sobre todo, en julio de ese año en Guadalajara (México) cuando Felipe González, Carlos Salinas y otros líderes le presionan para que haga alguna apertura en su discurso al día siguiente y él responde “eso está muy bien pero el problema es que las conversaciones se tienen cuando ya se han escrito los discursos”.

Recordar todo esto ahora que se publica esta colección, es recordar unos de los mejores tiempos de la política exterior española y yo tuve la suerte de estar allí, modestamente, para vivirlo. Valió la pena.

por Josep Maria Pons Irazabal